Diciembre

Ya a mediados del último mes del año; increíblemente en el mes de noviembre me daba un ligero dolor de cabeza el pensar que llegaría el afán de diciembre, por dos razones decía: La preocupación de los regalos para navidad y la proximidad del término del año, con los correspondientes exámenes en la universidad...Pero me detuve un momento a analizar mi pensamiento y a preguntarme desde cuándo esta época ha significado un fastidio y no la mejor parte del año, desde cuándo pienso como una adulta amargada y materialista y desde cuando cambie parecer sobre lo que para mi significa la navidad.
Es cierto que es muy poco probable que el 25 de diciembre sea el día exacto en el que nació Jesús, aún así esta celebración simbólica de vida, nos da una excusa obligada para agradecer a Dios por ese milagro de enviar a su Hijo. Nos da un motivo de tantos para festejar que un día se cumplió lo que los profetas anunciaban: Nació El Salvador y quienes amamos a aquel niño que una vez fue nos gozamos en recordar y celebramos su nacimiento, celebrarnos la primera Navidad.
Por supuesto me dejé de tonterías y me alegré con todos de que haya llegado diciembre, me alegré porque gracias a Dios tengo aún vida para pasar con quienes amo y dar la gloria al Señor Jesucristo.